Gracias al uso de tecnología de avanzada, el análisis de imágenes, el olfato de caninos y una alerta de las autoridades francesas, permitió poner al descubierto esta novedosa modalidad al revisar 18 toneladas de cocos de exportación con destino final Algeciras (España).
Cartagena-Colombia-Noticias625.co 12-06-2024. El trabajo de las organizaciones del narcotráfico fue meticuloso; pues de las cavidades blandas del coco, extraen el agua de la fruta, la mezclan con el alcaloide y vuelven a introducirla, para posteriormente taparla con una pequeña astilla de madera y pegante.
Pero la pericia de los inspectores de la Compañía Antinarcóticos de Control Portuario de Cartagena, sumada al uso de tecnología de avanzada, el análisis de imágenes, el olfato de caninos y una alerta de las autoridades francesas, permitió poner al descubierto esta novedosa modalidad al revisar 18 toneladas de cocos de exportación con destino final Algeciras (España).
Al someter el agua de los cocos a pruebas de laboratorio se descubrió que, en parte de ellos, iban camuflados 176 kilos de cocaína de alta pureza, valorados en más de siete millones de euros, evitando así la comercialización de 440.000 dosis.
A la anterior sorpresa se sumó otra. Tras verificar los documentos del contenedor, los investigadores de la Policía Nacional descubrieron que la carga provenía de República Dominicana y traía sello de revisada en ese país. Es decir, solo estaba de tránsito por el puerto de la capital de Bolívar, razón por la cual sería poco probable que la perfilaran y revisaran.
La hipótesis más sólida señala que los narcotraficantes, intentando evadir los controles de las autoridades, están abriendo rutas como esta, mediante la cual habrían llevado la droga al país caribeño desde algún punto de acopio cercano, para luego contaminar la carga de exportación y enviarla al puerto de Cartagena.
“Esta modalidad de encubrimiento requiere experticia química por parte de los delincuentes, tanto en origen como destino”, señaló el director general de la Policía Nacional, general William René Salamanca, quien supervisó personalmente el cargamento incautado.
“Tras esta incautación -agregó- iniciamos una investigación transnacional con autoridades de Estados Unidos, Europa y República Dominicana para identificar a los responsables”.