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Diputado de Sucre Alfonso Álvarez Padilla derrotó su hogar. Le pegaba a su mujer

Escándalo político en el departamento de Sucre, ya son dos las denuncias por maltrato intrafamiliar que pesan contra el diputado del Partido Centro Democrático, Alfonso Álvarez Padilla. Su exesposa Welkin Negrete Pinedo, tuvo que salir de su casa, con su hija menor de edad, por temor a su integridad personal. Lo grave de estas denuncias, es que la primera está instaurada en la Fiscalía desde 2022 y la segunda este año y no ha pasado nada. ¿Habrá tráfico de influencias?

Cartagena-Colombia-Noticias625.co 22-10-2024. “Esta denuncia la hago pública para que no me suceda como a otras mujeres en Colombia, a las cuales las autoridades judiciales no les prestaron atención y sucede que hoy se encuentra debajo de tierra”, palabras de Welkin Negrete Pinedo, exesposa del diputado de Sucre, por el Partido Centro Democrático, Alfonso Álvarez Padilla, al referirse al fracaso de su matrimonio, como consecuencia de las agresiones físicas, verbales, psicológicas y económicas que vivió al lado de su expareja, y tuvo que separase por la salud mental y tranquilidad de ella y su niña de 9 años de edad.

La “bonita” relación empezó en enero del año 2021, entre Welkin Negrete Pinedo y Luis Alfonso Álvarez Padilla, se casaron por lo civil en la Notaría 3 de Sincelejo, y se acabó el amor. Se divorciaron el día 19 de marzo de 2024. “En diciembre de 2022, fui víctima de agresiones físicas y verbales por parte del señor Luis Alfonso Álvarez Padilla, que me llevaron a denunciarlo penalmente en la Fiscalía General de la Nación. Denuncia que presenté en Montería; en el año 2022, toda vez, que tuve que venirme a la casa de mis Padres, en razón de tales lesiones. La denuncia fue remitida a Sincelejo por razones de competencia territorial”, afirmó Negrete Pinedo.

Esta primera denuncia penal fue asignada a la Fiscalía 12 seccional de Sincelejo y no se sabe que motivos tuvo el fiscal para archivar el proceso. (14 de abril de 2023), cuando el diputado Álvarez Padilla, debía responder por el delito de violencia intrafamiliar y se insinuó que la denuncia debía haberse presentado por un delito distinto al denunciado; es decir, por Lesiones Personales.

“Aclaro que tales maltratos y lesiones se dieron dentro del contexto de una relación de unión marital, estábamos conviviendo en casa de nuestra propiedad, ubicada en el barrio Los Alpes de Sincelejo; anexé a la denuncia la respectiva historia clínica, tuve una incapacidad de tres (3) días, o sea que se acreditó el maltrato físico e inclusive, anexé fotos sobre las lesiones, afectando además el núcleo familiar y aun se quiere desconocer la afectación. La Ley 1959 de 2019, indica que el tipo objetivo del delito de Violencia Intrafamiliar no se agota independientemente de haberse divorciado los cónyuges o compañeros permanentes; y lo que es peor, tal archivo no me fue comunicado como lo ordena la Jurisprudencia de la H. Corte Constitucional” (Sentencia C- 1154 de 2005).

Sigue denunciando: “Es de anotar que fue tan reiterativo el maltrato que me infligió el señor Luis Alfonso Álvarez Padilla, quien continuó  violentándome tanto psicológica como físicamente,  lo que me obligó  definitivamente a no convivir más con él, hasta el punto que tuve que salir de la casa el día 18 de julio de 2024,  por temor a que atentara no solo contra mi integridad personal, sino también, contra mi vida y la de mi hija menor de edad, al tiempo que de nuevo acudí a la Fiscalía General de la Nación, presente otra denuncia bajo el radicado número: 700016001035202410144 y tales hechos reposan en la Fiscalía 24 Local y días siguientes me asignaron la medida de protección”.

Una vez fuera de su casa, empezaron las persecuciones, amenazas y presiones económicas. “Yo tengo evidencia donde el diputado me amenaza, que, si no acato seguir con él, me mandaba a inmovilizar el vehículo. Tengo las evidencias de las consignaciones que le hacía a la señora Carolina Gómez, de las cuotas de la camioneta y las conversaciones donde queda en claro que recibió de mí partes dichos pagos. No se había hecho el traspaso a mi nombre, porque aún no se había pagado la totalidad de la deuda al banco. Cuotas que yo cancelaba por medio de la señora Carolina. Yo soy una mujer seria, mamá de una niña de 9 años, abogada de profesión y desde hace mucho tiempo trabajo en lo social con la Fundación Huellas, que una entidad familiar. Se cómo se gana el dinero y jamás he necesitado que un hombre me regale nada o me mantenga”.