El ex presidente de Colombia y senador Álvaro Uribe Vélez con su renuncia a su condición de congresista deja abierta una gran discusión jurídica donde se debe determinar si su proceso sigue en manos de la Corte Suprema de Justicio o si por el contrario a la Fiscalía para que su caso lo determine un juez de la República.
Cartagena-Colombia-Noticias625.co 19-08-2020. Definitivamente la Rama Judicial tiene que dar decisiones ejemplarizantes si quiere recuperar su credibilidad ante el desconocimiento que viene haciendo la Rama Ejecutiva y Legislativa que obstan por el descredito y deslegitimar o quitar validez a sus decisiones y es tal vez, la causa de la jugada Política-Judicial que ayer martes hizo el senador Álvaro Uribe Vélez, al presentar renuncia de su condición de legislador para darle un giro a la investigación que adelanta contra él la Corte Suprema de Justicia.
El expresidente y senador Álvaro Uribe presentó su carta de renuncia a la curul que ostentaba por el Partido Centro Democrático desde 2014 en el Senado de la República, en medio de la detención de casa por cárcel que le dictó la Corte Suprema de Justicia el pasado 4 de agosto por presunta manipulación de testigos, a su favor y en contra del senador Iván Cepeda.
El objetivo de la Corte Suprema de Justicia es demostrar o no, que Uribe es presuntamente responsable de los delitos de fraude procesal y soborno; así mismo, incluye otro nombre: el del congresista del Huila, Álvaro Hernán Prada, quien al parecer abordó al testigo clave (Monsalve) y le pidió que firmara un video en el que se retractara de sus testimonios y culpara a Cepeda de haberle ofrecido prebendas para rendir declaraciones”. El testigo Juan Guillermo Monsalve, además de condenado paramilitar, es hijo del administrador de la hacienda Guacharacas, finca que en el pasado perteneció a la familia Uribe Vélez, y donde el testigo asegura nació el Bloque Metro de las Autodefensas.
Álvaro Uribe presentó su carta de renuncia ante la plenaria del Senado de la República, el cual se la aceptó con el voto favorable de 82 senadores y 12 votos que dijeron ‘No’.
En su carta de renuncia el ex presidente Uribe deja de manifiesto su rechazo a la alta corte y habla de la necesidad de «una reforma a la justicia que la despolitice al cambiar el sistema de elección de magistrados. Estos deberían llegar a la alta corte en edad madura que haya disuelto las vanidades y afianzado el apego a la rectitud, estar allí por largo tiempo en lugar de utilizar la silla giratoria hacia los negocios o la política».
Hoy el país está centrado en un gran debate sobre quién debe investigar al líder del Centro Democrático: la Corte Suprema de Justicia o la Fiscalía.
Iván Cepeda, del Polo, víctima en el proceso, consideró que el hecho de que Uribe renuncie al senado «no implica bajo ninguna circunstancia que la Corte Suprema de Justicia pierda su competencia para avanzar en la investigación y llamado a juicio. Uribe, en su condición de senador, usó a miembros de la UTL para contactar a distintos presos en las cárceles del país, paramilitares, para que declararan en mi contra, y en su condición de senador desplegó toda una actividad en torno a un debate que hice en el Senado y otro en la Cámara, así que la competencia sigue estando en la Corte».
Por su parte, el representante Christian Garcés, del CD, saludó en Twitter la dimisión: «Sólo un hombre de honor como @AlvaroUribeVel toma la difícil decisión de renunciar al @SenadoGovCo. Es natural que alguien de su rectitud prefiera demostrar su inocencia ante un órgano de control del cual se esperan mayores garantías procesales. #UribeSiempreHonorable”.
El representante César Lorduy, de Cambio Radical dijo: Si el delito tiene relación con el cargo de congresista, la Corte lo sigue investigando. Si la investigación no tiene nada que ver con sus funciones como senador, pasaría a la Fiscalía. En el auto 31.653 del 1 de septiembre de 2009, dictado por la Corte, se sostuvo que aun cuando se renuncie a la condición de congresista se mantiene el fuero si el hecho guarda relación con las funciones de congresista. La solución podría no ser tan sencilla y clara, porque en la jurisprudencia de la Corte de 2009, cuando los ‘parapolíticos’ empezaron a renunciar a su curul para que el alto tribunal dejara de conocer sus casos, la Corte evitó perder la competencia en sus procesos, así los congresistas dejaran el Legislativo, al encontrar que los hechos sí tenían relación con sus cargos».
Así están las opiniones y ahora viene una lucha jurídica entre los abogados de Uribe y de Iván Cepeda para determinar si el proceso sigue en la Corte Suprema o si se va para la Fiscalía.