La ola sicarial en Cartagena no tiene contención, sus nuevas víctimas; un tatuador y un vendedor de celulares, en hechos ocurridos en los barrios Los Jardines y Daniel Lemaitre colindando con el 7 de Agosto.
Cartagena-Colombia-Noticias625.co 25-06-2023. Sin palabras en lo que va corrido del mes de junio de 2023, en Cartagena se han dado 35 homicidios, de ellos 24 bajo la modalidad de sicariato y que han dejado 6 personas más heridas, seis muertes por riña, dos por envenenamiento, dos abatidos y uno por linchamiento.
Los dos últimos casos conocidos ocurrieron la noche del 24 de junio. En el barrio Los Jardines, los asesinos a sueldos en moto interceptaron a un hombre que la comunidad identificó con el alias de “El Chapita”, cuyo nombre es Eduardo Hincapié Buendía y le dispararon en repetidas veces, causándole la muerte en el acto.
El reporte entregado por testigos de este hecho, la víctima mortal, se dedicaba hacer tatuajes.
Al ‘Makuto’, lo asesinaron comiendo fritos
Este otro acto sicarial se dio en la Carrera 16, con calle 69ª del barrio Daniel Lemaitre, ya colindando con el barrio 7 de Agosto, cuando sicarios en moto, llegaron a una mesa de fritos y acabaron con la vida de Luis David Mejía Guerrero, natural de Cartagena, de 28 años de edad y residente en el barrio 7 de Agosto.
El reporte entregado por la Policía Metropolitana de Cartagena la víctima presenta varias lesiones con proyectil de arma de fuego en varias partes del cuerpo.
Testigos aseguran que la víctima a quien apodan “El Makuto” y que ejercía la actividad de venta de celulares, se encontraba en una mesa de fritos, cerda de la tienda “El Divino Niño”, cuando dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta llegan y uno de ellos acciona un arma de fuego y ocasiona las lesiones a la víctima.
Ante estas lamentables cifras de muertes, no se conoce un pronunciamiento ni del alcalde William Dau, ni de su secretaria del Interior responsables de la seguridad de los cartageneros, mientras que la Policía solo se dedica a decir, que existe una guerra entre bandas que se pelean el territorio para el microtráfico.