Carolina Calderón Guillot, directora de la Fundación Cívica por Cartagena, Funcicar, quería un golpe a la corrupción en la terminación de Hospitales y Puestos de salud de Cartagena. Pero siguen en manos de los mismos que ha criticado el alcalde Dau.
Cartagena-Colombia-Noticias625.co “En medio de esta emergencia sanitaria es vital darle continuidad a las obras inconclusas del sector salud, nos hubiera gustado ver un desenlace donde se le diera un golpe a la corrupción; pero se le dio oxígeno al contratista inhabilitado, al permitirle ceder el contrato que la ciudad ha debido ver finalizado en el 2015. Estaremos vigilantes de esta ejecución, no podemos seguir dándonos el lujo de tener obras inconclusas y de mala calidad”, Carolina Calderón Guillot, Directora Funcicar.
Con estas afirmaciones; es el sector privado, que representa la industria y el comercio de la ciudad que hacen parte de Funcicar, los que cuestionan que el alcalde de Cartagena, William Dau Chamatt, se auto proclama líder anticorrupción, habla de acabar con la corrupción y sigue alimentando los contratos de la corrupción.
Como es de conocimiento de la opinión pública, el pasado 16 de junio, la Alcaldía de Cartagena anunció que las obras en cinco (5) instituciones de salud contratadas con recursos del crédito público por $250 mil millones, que celebró la administración del exalcalde Dionisio Vélez Trujillo (2014), se iban a terminar.
Estas obras priorizadas son: UPA de Daniel Lemaitre, el cual hace parte del grupo de 25 obras contratadas con el Consorcio Salud Heroica mediante el proceso Dadis No. 001-2014, y cuatro (CAP Bayunca, CAP Barú, Hospital Pozón y Hospital Canapote). Otro grupo de 14 obras contratadas a través del proceso Dadis No. 002-2014 celebrado con la empresa COINSES S.A., la cual fue inhabilitada por incumplimiento en otro contrato público.
Ante esta decisión del Distrito, Funcicar resalta la importancia de retomar la ejecución de las obras sin terminar desde 2015, sin embargo manifiesta su preocupación al considerar que pese a que la Alcaldía tenía la opción de liquidar este contrato y abrir un nuevo proceso, permitió a COINSES S.A. escoger al Consorcio Salud Caribe 2020, para que continuara con la ejecución de las obras.
Aunque la cesión del contrato es una figura legalmente permitida, genera incertidumbre que la finalización de las obras priorizadas esté en manos de empresas seleccionadas por el mismo contratista que no pudo terminarlas en los plazos inicialmente pactados.
A raíz de los anteriores hechos, obtenidos mediante derecho de petición y/o análisis de informes de interventoría, Funcicar considera:
Desde 2014, Funcicar ha señalado que los contratos para instituciones de salud celebrados con recursos del crédito público por $250 MM, tiene una planeación deficiente que pone en riesgo la terminación de las obras. Los contratistas una vez que conocieron estas deficiencias pudieron buscar una liquidación de mutuo acuerdo, pero decidieron insistir en la ejecución por medio de modificatorios y adicionales que han extendido la ejecución por 5 años y de 39 centros médicos solo se han terminado 8.