Cartagena-Colombia-Noticias625.co 10-03-2022. En un comunicado a la opinión pública, el comando de la Policía Metropolitana de Cartagena hace saber:

1. Por redes sociales circula información pública y abierta en la que se mencionan presuntas irregularidades en el marco de un procedimiento de policía, relacionado con la incautación de alcaloide en un vehículo que era objeto de verificación en Cartagena.
2. Teniendo en cuenta el objetivo del Proceso de Transformación Integral de la Policía Nacional, desde el Comando de la Policía Metropolitana de Cartagena se puso esta situación en conocimiento de las autoridades judiciales competentes a fin de que se verifiquen las situaciones descritas, estableciendo posibles responsabilidades disciplinarias o penales.
3. Desde el Comando de la Policía Metropolitana de Cartagena se dispondrá, igualmente, de todas las capacidades que en tal sentido se requieran.
4. La Policía Metropolitana de Cartagena rechaza cualquier hecho o decisión individual que menoscabe los principios y valores institucionales, así como la disciplina y el honor policial.
5. De igual forma, la Policía Nacional recalca que es una Institución garante del debido proceso y de las decisiones adoptadas por las autoridades judiciales competentes.

Como se recordará el periodista capitalino Santiago Ángel publicó en sus redes sociales apartes de las declaraciones que entregó sobre los hechos unos de los uniformados:

«El día 7 de enero del presente año a las 14:00 horas aproximadamente después de formar y recibir turno se me acerca el patrullero compañero de la policía nacional Alexander Salas y me aparta a un lado del CAI manifestándome que un amigo de él, que era alcalde menor de Cartagena de la localidad 2 tenía un problema con una persona que vivía por la avenida Mira Mar, más exactamente en el edificio Ragatta y quería hacerle una maldad. La idea era parar el vehículo me dijo «que era una camioneta blanca grande», la idea era distraer a los ocupantes y montarles armas de fuego o drogas para capturarlos y judicializarlos; ya sea por porte de arma de fuego o tráfico de estupefacientes y que para esa diligencia habían $15 millones para cada policía que participara. Me dijo que la intención era que nosotros mismos montáramos ya sea la droga o las armas. Él me dijo hasta la placa del vehículo que íbamos a parar, recuerdo que terminaba en 43, me dijo que había que distraer a los ocupantes y en ese momento, otro policía entraba al vehículo y montaba la cuestión».