El Templo del Fútbol Menor ubicado en el barrio Alameda La Victoria, todas sus aguas de drenaje las arroja para el frente de sus vecinos en San Fernando y cuando llueve es peor, el volumen de agua mantiene las fachadas de sus casas totalmente húmedas dañando su infraestructura.

Cartagena-Colombia-Noticias625.co 17-10-2021. Muy a pesar que el Templo del Fútbol Menor tiene varios años de funcionamiento, desde su existencia está perjudicando a sus vecinos del barrio San Fernando en Cartagena, con el drenaje de aguas pluviales y con los balones que destruyen vidrios de las ventanas y los techos cuando caen.

Daira Pautt Pautt, residente en el barrio San Fernando, detrás de Alameda la Victoria, donde queda el Templo del Fútbol Menor, dio a conocer que se encuentran perjudicados por el vertimiento de aguas para el frente de sus casas. “Cuando llueve, pasan más de 4 días con el agua saliendo del escenario deportivo, ya que no tuvieron en cuenta el nivel freático del suelo”.

Denuncian que se están deteriorando sus casas por la gran humedad que día a día se acrecienta y muy a pesar de las denuncias no han obtenido ninguna respuesta, ni solución.

Pautt Pautt, dio a conocer que esta situación es del conocimiento del ex gobernador Dumek Turbay, del actual gobernador Vicente Blel Scaff y del director del Iderbol y pasa el tiempo y no responden.

“Las vallas que construyeron no son suficientes para retener los balones que afectan vidrios de las ventanas y los techos de los vecinos. Iderbol se comprometió en la ubicación de unas mayas  para evitar que los balones los sigan afectando. Pero no se ha cumplido. Ya se han presentado algunos problemas porque los vecinos afectados se niegan a devolver los balones. El llamado a las autoridades para que atiendan el clamor de la comunidad”.

Otro problema subestación Eléctrica

A solo tres metros de sus casas, funciona una subestación eléctrica que los perjudica en su salud y visualmente desvaloriza sus viviendas.

Denuncian que en esta subestación hicieron unos huecos, con el fin que si se presenta una eventualidad de explosión de una de los transformadores, el aceite llegue a esos huecos. “Pero como no ha sucedió, con las lluvias, esos huecos se han llenado de agua y lo que están generando es una cría de mosquitos, que no podemos sentarnos en la puerta de las casas, por la mosquitera y usted sabe que hay dengue”, puntualizó Daira Pautt.