Un año y seis meses después de haberse desempeñado como directora del PES en Cartagena, Kairen Gutiérrez Tejedor, quien hoy se encuentra en el equipo de trabajo de la vicepresidenta Francia Márquez, se solidarizó con Alicia Mercado, una funcionaria por Orden de Prestación de Servicios vinculada a la Secretaría del Interior quien denunció ser víctima de xenofobia y maltratos de la actual Secretaria del Interior y Convivencia Ciudadana Ana María González.
Cartagena-Colombia-Noticias625.co 09-03-2023. Se rompió el silencia y ayer en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer se dieron a conocer los atropellos y actos de perversidad que muchas personas tenían guardado contra los abusos que a diario comete la actual secretaria del Interior y Convivencia Ciudadana de Cartagena, Ana María González, a sus más cercanos colaboradores.
Las denuncias que publicó vía Twitter la señora Alicia Mercado (@ALICIAMERPA) generaron la reacción de muchas mujeres entre ellas, la exdirectora del PES Kairen Gutiérrez tejedor, quien publicó:
“Toda mi solidaridad con Alicia Mercado. Yo durante el año y medio que estuve en el gobierno fui víctima de persecución, maltrato, racismo, discriminación y chismes de la señora Ana María, quien se disfraza de defensora de los derechos humanos. Pero realmente considera que los costeños, cartageneros y negros somos poca cosa” Kairen Gutiérrez.
Gutiérrez Tejedor quien hoy vive en Bogotá y forma parte del equipo de trabajo de la vicepresidencia de la República ha manifestado no querer profundizar sobre su publicación. Pero se reafirma en la misma.
Esta confesión la generó las denuncias de Alicia Mercado que en su cuenta de Twitter tiene:
Aprovecho el 8M para contar mi historia. Stoytime de la vez que la Secretaria del Interior de Cartagena me provocó una amenaza de parto prematuro, dilató el proceso de mis pagos y, posteriormente, no me renovó contrato aun cuando me encontraba de licencia de maternidad.
En enero del año pasado firmé una OPS con la Secretaría del Interior, donde trabajaba desde 2020, y en febrero notifiqué mi embarazo. En julio, la señora Ana María se posesiono como secretaria y desde ese momento su trato hacia mis compañeros y en especial hacia mí fueron cuando mínimo cuestionables. De hecho, el 18 de agosto mi equipo fue criticado de forma grosera, sin respeto alguno. A partir de ese momento me empecé a sentir mal de salud. Al día siguiente ingrese de urgencias a la clínica, tenía 34 semanas y una amenaza de parto prematuro.
Me mantuvieron hospitalizada durante ese fin de semana y posteriormente me dieron de alta con 4,5 de dilatación e incapacitada por las tres semanas siguientes con recomendación de reposo. Finalmente el 9 de septiembre nació mi hijo pero los problemas no terminaron.
Por contar con OPS y este no encontrarse interrumpido ni suspendido, decidí seguir cumpliendo con mis obligaciones y como es lógico presenté las cuentas de cobro. La señora Ana María se negó a aprobarlas, así como a reunirse conmigo. Recurrir a hablarle por WhatsApp. En la conversación no llegamos a ningún acuerdo y terminó con un «háblelo con mi abogado», quien dilató aún más el proceso pero no solucionó nada.
Por lo que, en diciembre presenté tutela por violación a los derechos constitucionales a la dignidad humana, mínimo vital y protección, estabilidad laboral reforzada. La secretaria, sólo al conocer la existencia de la misma firmó las cuentas. Lo que demostró su actuar de mala fe. Sin embargo, aun cuando mi licencia de maternidad no había terminado me dejó sin contrato.
Nuevamente presente tutela. En la sentencia 083-2023, el juez resolvió conceder mis pretensiones. Ordenó mi reintegró, así como el pago de los honorarios dejados de percibir y advirtió que, la impugnación del fallo no exoneraba a darle cumplimiento al mismo. Pero contrario a lo esperado, la Secretaria del Interior fuera de reconocer la gravedad de sus comportamientos y lo que ellos significan para la integridad de mi hijo y la mía, decidió impugnar y a día de hoy ha venido incumpliendo el fallo.
Por lo que, solicité al señor juez que se proceda a sancionar de conformidad con la ley. Quise hacer pública esta situación, aún con miedo a lo que pueda suceder, para que las mujeres que conozcan mi caso y se encuentren en una situación similar se sirvan de esta lucha jurídica.
También lo comparto porque no dejaré, ni hoy ni nunca, que seamos pisoteadas y reciban de nosotras silencio. Han sido meses en los que la angustia se ha apoderado de mí. Meses en los que esta señora incluso cuestionó mi maternidad, mientras aparenta públicamente ser una «aliada».
Antes de compartir esto, he recibido como recomendación no hacerlo. Pero se lo debo a las mujeres, a la lucha de nuestros derechos, a mí y, por supuesto, a mi hijo Anthony.
Los funcionarios públicos deberían trabajar por mantener la integridad de los ciudadanos. Esta señora, por el contrario, ha vulnerado mi seguridad, interrumpido mi calma y aparte puso en riesgo el bienestar de mi hijo y de mi persona en mi momento más vulnerable.
No soy la única víctima de los tratos discriminatorios, racistas, xenófobos y clasistas sistemáticos de la señora González.
Luego de estas denuncias y de la solidaridad de Kairen Gutiérrez, se dieron muchas más opiniones entre las que escogemos la de:
Laura Martínez (@LauryMartinezC) “Muchas veces callamos por miedo a perder el contrato. Esta señora no fue mi jefa, pero la dependencia donde yo trabajaba estaba el lado de la de ella, y podía escuchar claramente la manera como exhibía, ofendía y humillaba no solo a sus contratistas sino a otros funcionarios”.
José Javier (@joscar1982) “Este es solo una pequeña muestra de todo lo qué pasa en el interior de un mandato tan nefasto del señor” @daulaw en la @AlcaldiaCTG, te animo a que hagas las correspondientes denuncias a que den lugar. Esto es terrible”.
Felipe Rodríguez Badel (@Feliperbadel)
“@MinTrabajoBol, @PGN_COL, @AlcaldiaCTG que vergüenza a lo que se exponen en esta administración, ahí si no dice nada @daulaw, gracias por hacer pública tu denuncia; esto nos sirve para saber la mediocridad de funcionarios que tiene esta administración”.
Todo esto sin profundizar en otras denuncias coma las que hizo el líder Aldo Lora en el Concejo de Cartagena, que Ana María González, lo había amenazado de muerte y en medio de los concejales haciendo la denuncia sufrió un desmayo.