En medio de la pandemia, el pasado 10 de mayo de 2020 Anabel María Pérez Cruz trabajaba en el semáforo de Los Ejecutivos con su esposa Marcos Bravo y la Policía de Infancia y Adolescencia se le quitó sus dos hijas.
Cartagena-Colombia-Noticias625.co La pandemia del Coronavirus deja un doble drama para una familia de inmigrantes venezolanos, que junta a sus dos hijas llegaron a Cartagena en busca de mejores condiciones de vida y para su sustento, no les quedó otra que trabajar en la calle, en los semáforos de la ciudad.
El pasado 10 de mayo de 2020, muy a pesar de las restricciones con motivo de la emergencia social, económica y ambiental, les tocó salir en busca del sustento de sus hijas y las tenían con ellos, pues no tienen quien se las cuide.
Ese día Anabel María Pérez Cruz y su esposo Marcos Bravo vieron llegar a los agentes de la Policía, Eduardo Ayala y Kenny Farra, con la defensora Dannis Maldonado Ballestero, quienes les quitaron a Asly Sofía Bravo Pérez de 2 años y Salomé Daniela Bravo Pérez de 1 año y desde entonces su drama en Cartagena aumentó.
Desde aquel 10 de mayo se la han pasado de sede en sede del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF y no les dan razón del paradero ni del estado de sus dos menores.
“Hemos ido al Bienestar de Olaya, Torices, Chiquinquirá y Canapote y nadie nos da razón de mis hijas. Pido por favor ayuda para que me las devuelvan”, es el llamado de desespero y tristeza de Anabel María Pérez Cruz.