La Contraloría Distrital y la Procuraduría adelantan los sendos juicios fiscales y disciplinarios por contratación indebida y detrimento patrimonial al Distrito de Cartagena. Con Lidys Ramírez, ya son dos las ex funcionarias de alta confianza del alcalde William Dau, que traicionan su filosofía anticorruptivas.
Cartagena-Colombia-Noticias625.co 11-12-2020. Lidys Ramírez fue una de las primeras colaboradoras de William Dau Chamatt en recibir su contrato de asesora del despacho, en funciones de Zar Anticorrupción y fue también la primera funcionaria del despacho del alcalde en salir porque no reunía los requisitos para ejercer dicho cargo.
Los casos de Lidys Ramírez, Zar Anticorrupción y Cynthia Pérez Amador, Primera Dama, son muy parecidos en la justificación de certificaciones anexadas en su hoja de vida.
A Cynthia el alcalde la sostuvo hasta donde pudo para tenerla a su lado; muy a pesar del escándalo de la falsificación de documentos privados y hasta eclesiásticos.
Lidys, quien se sentía con poder, fue avergonzada en plenaria del Concejo de Cartagena, donde le demostraron que no podía seguir como Zar Anticorrupción porque no reunía las competencias.
Pero en materia de mentiras en sus hojas de vida, no sabemos cuál de las dos voló más alto: Cynthia presentó certificaciones laborales por 10 años en entidades donde nunca laboró, además de la falsedad en el título.
Lidys primero fue sicóloga durante 9 años y después se graduó, es decir que ella recibió el título en el año 2018 y en su hoja de vida presentó experiencia laboral como sicóloga durante 9 años antes de graduarse.
Las dos son investigadas en juicio fiscal; Cynthia tiene que devolver al fisco más de $33 millones y Lidys tiene que devolver $15.328.514, por detrimento y además tendrán que responder disciplinariamente ante la Procuraduría y penalmente ante Fiscalía.
Estos son los ‘sapos’ que el alcalde William Dau que respira por sus poros anticorrupción tiene que tragarse con dos personas cercanas, de su alta confianza que traicionaron su filosofía y lo ubican como un malandrín más.