Muy a pesar de las recusaciones y solicitud de revocatoria directa a la resolución que permitió su salida y el nombramiento de Rafael Ignacio Castillo Fortich, el ex contralor Freddy Quintero Morales lanzó sus últimos cartuchos para ver si se pega nuevamente al largo encargo, único en Colombia.
Cartagena-Colombia-Noticias625.co 21-11-2021. Opinión. Pasaron largos cuarenta y nueve (49) meses, más de mil cuatrocientos noventa y tres días (1.493); para que el Concejo de Cartagena pusiera fin a la interinidad al interior de la Contraloría Distrital. El encargo más prolongado del ordenamiento jurídico-administrativo colombiano del que se tenga noticia. Todo un aparente desafío académico para juristas y doctrinantes.
Las consultas realizadas alejan cada día más, el deseo de Freddy Quintero de llegar nuevamente al cargo; pues una rápida consulta arroja lo que de manera diáfana establece el artículo 24 de Ley 909 de 2004 respecto a los encargos: “En caso de vacancia definitiva el encargo será hasta por el término de tres (3) meses, prorrogable por tres (3) meses más, vencidos los cuales el empleo deberá ser provisto en forma definitiva”
También se pronunció el Departamento Administrativo de la Función Pública mediante concepto 264881 de 2020 y el Consejo de Estado a través del concepto No. 2283 del 22 de febrero de 2016 y rendido por la Sala de Consulta y Servicio Civil.
Pero en menos de 24 horas después de conocerse la declaratoria de insubsistencia del cuestionado contralor saliente, Freddy Quintero Morales; el ex funcionario anunció acciones legales contra los concejales que decidieron acogerse a lo estipulado por la Constitución y la Ley.
Esta conducta de buscar perpetuarse en el cargo que ostentaba, de manera aparentemente irregular, no ha pasado desapercibida para los entes de control y por ello, el pasado 11 de septiembre, la Procuraduría Regional de Bolívar abrió investigación disciplinaria contra Freddy Quintero Morales por cuenta de su dilatado encargo.
El alcalde en el lugar equivocado
En medio de todo, el alcalde mayor de Cartagena, William Dau Chamat en uno de sus particulares “Lives” volvió a pasar por alto la separación de poderes vigente en Colombia y en todas las democracias sanas de Occidente, para declarar la guerra a quienes le han aprobado todo cuanto ha pedido, salvo los temas cuestionables u opacos de su administración.
Dau Repetía cancinamente (persona o de un animal: Que tiene su capacidad de trabajo disminuida) y sin presentar pruebas, manifestaba que habían escogido a un enemigo de su administración, pero lo que sí quedaba probado, era que pretendía que, desde el Concejo Distrital, se escogiese a alguien de sus afectos, violando así el sistema de pesos y contrapesos vigente desde la edad media para evitar los excesos de los mandatarios de turno. Termina así Dau tomando un inexplicable partido por quien él mismo ha señalado como instrumento de turbios intereses de sus opositores.
Una vez más el alcalde de los cartageneros luce como un rotundo desconocedor de las dinámicas políticas locales. Pero además su lengua sigue extendiendo cheques que su equipo de gobierno seguramente y como ha sido la constante, tendrá que asumir.