• Los pacientes cada una en sus casas. Uno en Bocagrande, el otro en República de Venezuela fallecieron con la sintomatología del Covid 19 y ni las EPS ni el Dadis responden a tiempo

Cartagena-Colombia-Noticias625.co El último suceso se registró en el barrio República de Venezuela y lo denunció el veedor ciudadano Tayro Bujato Rodríguez, quien destacó que insistentemente, los familiares del fallecido llamaron a la EPS Coosalud y nunca respondió.

Relató que en vida está persona presentaba la sintomatología de los pacientes con Covid 19 y no llegaron para hacer la prueba que confirmara su enfermedad.

Los casos son similares, ya que ambas familias llamaron insistentemente a la autoridad sanitaria para el acta de defunción, el respectivo levantamiento del cadáver y su traslado y no se tuvo respuesta oportuna.

El otro caso sucedió el 14 de abril de 2020, en el sector residencial y turístico de Bocagrande, fue denunciado en una carta abierta firmada por el señor Alcides de Jesús Peña Sánchez  identificado con cedula de ciudadanía #18775392 y se trató de un ciudadano extranjero que en vida tenia la sintomatología propia del Coronavirus y murió en el apartamento de un edificio.

Este señor relata en su carta lo siguiente: “Ayer 14 de abril de 2020 a partir de las 10:00 A.M., se comenzó a llamar a los teléfonos del CRUE, El Centro Regulador de Urgencias y Emergencias de la Secretaría Distrital de Salud de Cartagena, con el fin de pedir ayuda, pues un ciudadano norteamericano había fallecido presuntamente a causa del covid-19 entre las 9:00 am y las 10:00 am en un apartamento de un edificio de Bocagrande.

Las líneas 125 y 3174016183 del CRUE, no fueron contestadas en ningún momento. Para atender el ciudadano extranjero fallecido, nunca hizo presencia ninguna entidad del Estado; se llamó al DADIS, esta entidad tampoco pudo hacer nada, y su respuesta fue que no había ambulancias ni personal disponibles para atender el caso.

El cadáver permaneció ocho (8) horas, expuesto a las inclemencias de un calor abrasador y seguramente con la capacidad potencial de contaminar a todos los moradores de la edificación, que impotente acudieron a diferentes entidades y nadie respondió.

Finalmente, y por la denuncia presentada ante periodistas, el cadáver fue retirado a las 7:00 P.M, pero no por ninguna entidad pública que tuviese algo que ver con temas de prevención y cuidados sanitarios de esta ciudad, el cadáver lo retiro una empresa privada (funeraria), que mediante un acuerdo privado con la familia del fallecido en los EE UU, se comprometió a ayudar a la repatriación del cadáver.

La intención de esta carta no es otra que la comunidad de Cartagena sepa que ante esta emergencia social a que nos ha llevado el covid-19, estamos totalmente desprotegidos, y no es cierto para nada, que existen entidades que darán respuesta oportuna a las solicitudes de los ciudadanos.

La entidad CRUE, seguramente existe y también con seguridad al frente estará un burócrata o un ejército de burócratas devengando jugosos salarios, pero sin la capacidad ni sensibilidad social siquiera para responder una llamada, ni mucho menos para coordinar ayudas o asistencia a la ciudadanía.

Cartageneros no nos llamemos a engaño, si por desgracia sufrimos los rigores de esta pandemia, estamos abandonados a nuestra propia suerte, que, con esta clase de respuestas, con toda seguridad, de manera inexorable será la muerte.

En esta ciudad de Cartagena, además de la desolación a la que la sometieron los depredadores de la cosa pública, una cosa tenemos bien segura, y es el abandono del Estado. Esto de por sí ya es una enorme tragedia, de la que no nos hemos percatado. Atentamente, Alcides de Jesús Peña Sánchez CC 18775392.

Sin más palabras, porque la historia se repitió y no hay capacidad de respuesta.